El proceso de revalorización de la figura del catamarqueño Felipe Varela (Huaycama, Valle Viejo, 1819 – Ñantoco, Chile, 1870), líder del último pronunciamiento de los caudillos del interior contra la hegemonía porteña, tuvo su arista más visible hace dos años, cuando la presidenta Cristina Fernández de Kirchner resolvió el ascenso a general del Ejército (post mortem) del jefe americanista, que había alcanzado el grado de coronel en el arma de Caballería.
Pero ese camino de recuperación de su legado aún continúa, por otros medios: recientemente, la gesta del caudillo catamarqueño fue llevada al cómic por dos artistas gráficos de esa provincia que trazaron en viñetas una versión de la célebre batalla de Pozo de Vargas, cuya historia hizo conocida la popular zamba que relata el enfrentamiento librado el 10 de abril de 1867 en las afueras de La Rioja, entre las fuerzas federales al mando de Varela y las nacionales enviadas por Bartlomé Mitre, y conducidas por el santiagueño Antonino Taboada, por u n lado; y por otro, un cuadernillo con la Proclama que el "Quijote de los Andes" redactó cuando se levantó en armas contra el gobierno porteño, en oposición a la guerra de la Triple Alianza que Argentina, Uruguay y el Brasil llevaron adelante entre 1865 y 1870 contra el Paraguay, en favor de los intereses británicos en la región.
"Dibujo para una editorial norteamericana que realiza una línea de cómics biográficos; pero nosotros tenemos nuestros héroes, nuestros referentes locales que nos representan, que tuvieron trascendencia histórica, por eso me pareció interesante relatar en este formato sobre nuestras figuras, hacer un trabajo de esta magnitud a nivel local. Me definí por la imagen de Felipe Varela porque es una de las figuras más representativas de nuestra tierra; además, siempre es necesario recordarle su gesta a las nuevas generaciones", asegura el artista gráfico Pablo Martinena, que hace 20 años publica sus ilustraciones en el diario El Ancasti de Catamarca. Su revista Felipe Varela. La Batalla de Pozo de Vargas, de 28 páginas, es el primer trabajo de su propio sello Nexo Ediciones, y se publicó con el aporte del Ministerio de Educación provincial para distribuir en las escuelas y bibliotecas.
"Este caudillo nato convocaba a la gente y era fiel a sus convicciones; lo que le costó que durante mucho tiempo su nombre sea defenestrado del lugar que ocupa en la Historia. Por eso cuando estábamos en la etapa final del cómic, grande fue la sorpresa de saber que había sido ascendido post mortem al grado de general por nuestra presidenta", agrega Martirena, responsable de las imágenes de la obra. En La Batalla de Pozo de Vargas trabajó en colaboración con el profesor de Historia Juan Manuel Mola, autor del guión.
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