jueves, 23 de octubre de 2014

FELIPE VARELA - Batalla del Pozo de Vargas


FELIPE VARELA: Batalla del Pozo de Vargas

Es una adaptación al formato cómic de 28 páginas sobre los hechos históricos acaecidos al 10 de abril de 1867, es el testimonio histórico más evidente de la resistencia federal, este enfrentamiento de las guerras civiles argentinas, entre las fuerzas del caudillo catamarqueño Felipe Varela y las del gobierno nacional argentino, dirigidas por el general Antonino Taboada, en las afueras de la ciudad de La Rioja.

El objetivo de este formato es el de reforzar el hábito de la lectura en los jóvenes y al mismo tiempo, contribuir con el aporte cultural e histórico.

Es el primer trabajo de NEXO ediciones, un sello catamarqueño liderado por el artista Pablo Martinena, quien a su vez realiza el arte en esta propuesta.

En esta oportunidad, lo acompaña el profesor de historia Juan Manuel Mola en la realización del guión.

El Ministerio de Educación de la Provincia se encuentra distribuyendo este material en las Bibliotecas escolares y otras instituciones.

miércoles, 22 de octubre de 2014

Reseña del cómic Felipe Varela-Batalla del Pozo de Vargas por Andrés Accorsi



La opinión sobre el cómic de la Batalla del Pozo de Vargas, por un entendido en la materia, Andres Accorsi,

Transcribo lo publicado:



Llegamos al post número 1700 del blog, con una historieta muy breve, de apenas 29 páginas, editada por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la provincia de Catamarca. 

Se trata del recuento en forma de comic de la batalla del Pozo de Vargas, sucedida en 1867, en la que las fuerzas del caudillo rebelde Felipe Varela enfrentaron al Ejército Argentino, que respondía al entonces presidente de la nación, Bartolomé Mitre. Todo esto co-escrito por Juan Manuel Mola y Pablo Martinena, este último responsible también del dibujo y el color. La batalla del Pozo de Vargas no está entre los hechos más célebres de la historia argentina y de hecho, muchos libros de historia ni siquiera se hacen cargo de que sucedió. No es ningún secreto que la historia de nuestro país que se enseña en las escuelas refleja en buena medida la visión de un bando: el de Mitre. Y una figura como la de Felipe Varela, en ese contexto, fue barrida abajo de la alfombra durante muchísimas décadas.
Por supuesto, el que esté interesado investigará, encontrará documentaciión y sacará sus propias conclusiones. Y el problema que tiene esta historieta es que viene con las conclusiones ya sacadas: para los autores, Mitre y los porteños son los villanos, abusivos, insensibles, malignos y explotadores; y Varela y los caudillos del Interior que se rebelan contra Mitre (“la montonera”, les decían) son los buenos, son Luke Skywalker, la Princesa Leia, Han Solo y Chewbacca. En inferioridad de condiciones, los rebeldes dejarán todo para ganarle a una fuerza numéricamente superior, mejor abastecida y con soldados mejor entrenados. Los de Varela pelean por sus convicciones patrióticas y los de Mitre pelean porque el presidente les dio la orden para que vayan y maten a esos crotos del orto. La gente de los distintos pueblos en los que transcurre la acción (por la región de Catamarca, La Rioja y Santiago del Estero) banca a los rebeldes y sólo la oligarquía porteña le tiene alguna simpatía al accionar de las fuerzas de Mitre. Pero tampoco le dan demasiada bola porque justo está en su mejor momento la guerra de la Triple Alianza, en la que argentinos, brazucas y uruguayos armaron un super-villain team-up para masacrar a los hermanos paraguayos, obviamente en defensa de los intereses de Inglaterra. Con ese panorama, cualquier cosa que haga Varela va a parecernos una epopeya apasionante. Y con eso especulan los guionistas. 
Más allá del planteo histórico, o de la línea que se quiere bajar, la historieta está bastante bien. No está muy lastrada por ingentes cantidades de texto (como suele suceder en los comics de intención educativa) y sostiene un ritmo parejo, no se desploma en el embole ni en las cabecitas que hablan. Por supuesto hay varias páginas que se verían mejor con menos viñetas. Esta misma historia se podría haber contado en… 46, o 48 páginas y transmitir exactamente el mismo mensaje, pero permitiendo un mayor lucimiento del dibujo de Pablo Martinena, que está un poco apretado. 
Con varios años de trabajo para editoriales chiquitas de EEUU a sus espaldas, Martinena está afianzado en un estilo realista, un poco frío, con detalles muy interesantes en los primeros planos, un buen traslado a la viñeta de los rostros de personajes que existieron en el mundo real y un excelente trabajo en el color digital. La narrativa, si bien no tiene tropiezos notables, se resiente un poco por esto de la gran cantidad de viñetas por página.
En fin, no hay mucho más para comentar en una historieta tan breve. Rescato mucho el hecho de que una institución gubernamental convoque a historietistas de su provincia y les dé recursos para publicar este tipo de material que –supongo- se habrá distrubuído en colegios, bibliotecas o universidades. Ojalá cunda el ejemplo en todas las regiones de nuestro país, donde si hay algo que sobra son los buenos historietistas.


adjunto el link arriba de la imagen.